Clases de Yoga

Elongación * Flexibilidad * Tonicidad * Meditación * Relajación * Reeducación postural * Reeducación respiratoria*

-CLASES PARTICULARES


-CLASES GRUPALES (grupos reducidos)


***Consultar horarios***

sábado, 23 de enero de 2016

Sankalpa


Un sankalpa es una afirmación positiva, un propósito, intención  o resolución personal.
No es sólo el deseo de alcanzar una meta personal, sino una intención librada al Universo, con la certeza de que se cumplirá si realmente es lo más apropiado para cada uno de nosotros. Por eso hay que prestar mucha atención al crear el sankalpa. Una intención auténtica debe venir desde el corazón. Debemos preguntarnos qué es lo que esperamos para nuestra vida, qué es lo que sentimos que estaría en armonía con el Universo y así, poder identificar el deseo más sincero. Podemos imaginarnos que ese deseo ya se ha realizado y visualizarnos a nosotros mismos en este momento actuando y sintiéndonos de la manera que lo haríamos si esa meta estuviera ya concretada.

El propósito del sankalpa es transformar nuestro patrón de vida en positivo. Debe ser una frase corta, concisa, afirmativa, en primera persona y en tiempo presente. Una vez que hemos elegido la frase, la repetiremos mentalmente tres veces en estado de relajación, con seguridad y convicción de que se hará realidad. El sankalpa actúa como una orden a nivel consciente y subconsciente, convirtiéndose en una creencia y por ende una realidad para nosotros.

  • Gozo de excelente salud física y mental.
  • Potencio mis cualidades espirituales.
  • Tengo seguridad en la toma de decisiones.
  • Vivo en armonía con mis seres queridos.
  • Obtengo el trabajo que deseo.
  • Disfruto con mi pareja.
  • Tengo éxito en mis emprendimientos.

Horarios de Febrero


Actividades 2016


viernes, 15 de enero de 2016

Aceptar el presente


Cuando acepto las cosas tal como son, ya no me molestan. Cuando tomo conciencia de mi realidad sin negarla ni deformarla, tengo la libertad para decidir cambiar, permanecer así o modificar algunos aspectos. A veces tendemos a quedarnos en el pasado y pensar en todo lo que hicimos mal, en los fracasos, en lo que nos hubiera gustado que pasara y no pasó, en aquellas personas que "nos defraudaron"o que no actuaron como esperábamos. Otras veces quizás nos vemos esperando algo que nunca llega, viviendo apresuradamente para alcanzar una promesa de felicidad en el futuro, ansiando ser como no soy o queriendo tener lo que no tengo.
Permanentemente vamos del pasado al futuro, de lo que fue, de lo que tendría que haber sido, de lo que será y de lo que me dijeron que tenía que ser. Pero muy pocas veces podemos permanecer en el presente, así como se presenta hoy. ¡Qué difícil es aceptar ese presente! Aceptar no es lo mismo que resignarse. Resignarse es abandonar todo esfuerzo, dejar que suceda sin actuar, sin responsabilizarme de mis decisiones. Aceptar es saber que esa es mi realidad, así soy yo, así es mi mundo y así vivo hoy. Aceptar es tener la capacidad de vivir el presente tal cual es, con conciencia. Es tener conocimiento de la situación actual para poder encauzar la energía hacia la dirección más apropiada. Aceptar también es saber que soy libre de transitar ese presente, de entender que no siempre tengo que cambiarlo. A veces puedo elegir que las situaciones sigan así y otras veces puedo elegir modificarlas y trascenderlas. Puede ser que aún no esté preparada para el cambio o que esté juntando fuerzas para una transformación.  Un "No" no significa "No para siempre". A veces quiere decir "No ahora" o "No de esta forma".

Una manera de centrarnos en el presente es a través de la respiración. Cuando sentimos que los pensamientos nos invaden podemos llevar la atención a la forma en que estamos respirando ahora, en este momento. Tomar conciencia si estamos moviendo la parte alta del tórax o si el abdomen se expande, si el ritmo es agitado o pausado. Así podremos darle  un descanso a la mente para luego decidir si queremos seguir con esos pensamientos o no. Cuando las emociones son muy fuertes, el hecho de detenernos para observar nuestra respiración nos permite tomar cierta distancia y sentir esas emociones desde otro lugar. La respiración consciente nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos y a volver al momento presente.

Cuando acepto mi presente, me doy cuenta de que tengo la libertad de esperar al momento adecuado para el cambio. Me hago responsable de lo que estoy viviendo. Y entonces es cuando aparecen más opciones, soluciones y posibilidades para afrontar diversas situaciones.
Momentos difíciles podemos tener todos, lo que hace la diferencia es la actitud que tenemos ante ellos.

“Lo que niegas, te somete. Lo que aceptas, te transforma.” Carl Jung